El atleta Byron Piedra, durante sus entrenamientos en la cancha sintética de la Federación Deportiva del Azuay. Foto: Xavier Caivinagua / EL COMERCIO
El atleta ecuatoriano Byron Piedra descansó ayer hasta las 10:00 en la habitación del hotel La Villa, ubicado en la ciudad mexicana de Torreón. Lo hizo con la alegría de haber clasificado a sus cuartos Juegos Olímpicos. Ya estuvo en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. El próximo año estará en Río de Janeiro, Brasil.
Luego bajó a desayunar con su entrenador, el mexicano Rafael Martínez. A las 11:00 abandonaron el hotel porque dos horas más tarde debían trasladarse vía aérea a Toluca. En esa localidad mexicana se entrenará hasta el 16 de marzo y un día después retornará al país para continuar su preparación sistemática en Cuenca con miras a otros certámenes internacionales.
El atleta de 32 años obtuvo el cupo olímpico luego de terminar segundo en la Maratón Lala de Torreón, con un tiempo de 02:14:38. Perdió el primer lugar por un segundo de diferencia. El keniata Erick Mose registró 02:14:39; mientras su compatriota Nixon Kiplagat se ubicó tercero con 02:16:48.
Desde Torreón, vía telefónica, el mejor semifondista de Ecuador no ocultó su alegría por la clasificación a su cuarta Olimpiada. “Nuestro trabajo está encaminado a grandes eventos mundiales y eso implica una gran responsabilidad”. Pidió más unidad en el atletismo nacional; además sugirió la conformación de un verdadero equipo de trabajo.
En entrevista con este Diario contó que en la ciudad mexicana, ubicada a 1 200 metros de altitud, salió con la idea de registrar una marca de 02:12:00, cuyos principales rivales fueron keniatas y mexicanos. Pero, conociendo la real situación de la competencia, se planteó cronometrar por debajo de 02:15:00 y lo cumplió.
Hasta el kilómetro 20 hubo un pelotón de nueve corredores. Luego se fueron quedando producto del agotamiento físico y a partir del kilómetro 33, “Mose hizo un envión y solo yo resistí”. Entonces quedaron los dos en la pugna por el primer lugar y de allí en adelante la “carrera fue entre él y yo. Al final me ganó con un segundo, con dos metros de diferencia”.
Para Piedra fue su segunda maratón, puesto que se estrenó en octubre pasado en Chicago, EE.UU., con una marca de 02:29:29. “Allí tuve varios errores y por eso lo que traté es de terminar la prueba”. Ahora compitió en condiciones diferentes, con mayor adaptación a la distancia y por eso pudo codearse con los experimentados africanos y otros rivales.
Considera que se está adaptando a la maratón. Sin embargo, no quiere descuidar las distancias cortas puesto que hace 10 días también se clasificó al Mundial de Cross Country (12 km), programado para el 28 de marzo en Guiyan, China.
Lo hizo con el equipo sénior de Ecuador, que quedó campeón sudamericano y vicecampeón panamericano. Intervinieron cinco atletas: Byron Piedra terminó quinto, César Pilaluiza fue noveno, Cristian Vásconez llegó en decimoquinto lugar; mientras Juan Pillajo y Arturo Maldonado se ubicaron en los puestos 21 y 41, en ese orden.
Con su segundo lugar en Torreón, Piedra también se clasificó a los Juegos Panamericanos de julio próximo en Toronto. No obstante, confirmó que en Canadá correrá los 5 000 y 10 000 metros. Su próxima maratón será en Berlín, programado para el 27 de septiembre. Allí pretende cronometrar 02:10.00.
Durante estos días hará terapias de rehabilitación para sus piernas y después seguirá su preparación. Entre sus nuevos desafíos está buscar las marcas para los Juegos Olímpicos en los 5 000 (13:23) y 10 000 metros (27:45). Por ello, en las próximas semanas cambiará su plan de entrenamiento.
La idea de Piedra es tener los cupos olímpicos seguros en las distancias de medio fondo y fondo, para en el momento oportuno inclinarse por la mejor opción. “Los Juegos Olímpicos son competencias de alto nivel y con esa mentalidad hay que prepararse”.
Para correr su segunda maratón, el medallista panamericano, sudamericano y bolivariano en las pruebas de medio fondo se entrenó 30 kilómetros diarios, a doble jornada. Lo hizo desde septiembre pasado, cuando incursionó en las carreras de largo aliento. Su promedio anterior era de 24 km.
Su adiestrador está satisfecho con la asimilación que tuvo el organismo del atleta para las cargas exigentes de preparación, pese al trabajo monótono que soporta un maratonista. Para evitar lesiones se seguirá un proceso regenerativo, con sesiones de masajes. También se tiene un cuidado especial con la alimentación.
Después de dos competencias seguidas y exigentes, Piedra apunta al Mundial Cross Country, cuya meta de Ecuador es ser protagonista. Hay menos de un mes para seguir la preparación porque, en esta ocasión, sostuvo el atleta, “el resultado dependerá del equipo”.