Muchos de los atletas que triunfan en las pruebas de velocidad son grandes bailarines. Álex Quiñónez, el ecuatoriano que llegó a la final olímpica de los 200 metros en el 2012, asegura sacar brillo a la baldosa. Permanentemente está con sus audífonos y se mueve al ritmo de la música.
El entrenador Nelson Gutiérrez, el guía de Ángela Tenorio, la más veloz de la actualidad entre las damas, confirma que un buen oído mejora el ritmo y también la reacción en el momento de una partida. Los velocistas también son de carácter explosivo, se mueven todo el tiempo y algunos incluso se traban al hablar porque son tan rápidos que no le dan tiempo al sistema nervioso para articular las palabras.
El técnico cubano añade también que la velocidad depende de la técnica, de la coordinación, del ritmo, la rapidez. “La rapidez es un factor genético y depende de las fibras musculares. La velocidad es entrenada y se puede mejorar”, afirma.
Katerine Mercado es una adolescente que se ha destacado en los últimos meses en la pista de Los Chasquis, tanto que en ocasiones se ejercita a la par de Ángela Tenorio. Con solo un año y medio de entrenamiento, la chica de 17 años que adora bailar salsa y bachata está muy cerca de conseguir una marca para el Mundial Juvenil que será en EE.UU. a mediados de año. Para alcanzar un cupo deberá correr en 24 segundos los 200 metros y en la actualidad registra 25:30.
Todos los días viaja desde Carapungo, en al menos dos buses, para llegar a las prácticas. En la pista se siente feliz aunque reconoce que en ocasiones los entrenamientos son tan difíciles que hasta la respiración le hace falta.
A ‘Katrina’, como le dicen sus amigos y familiares, no le gustan los piques de 600 metros.
La velocista se especialista en 200 y en 400, pero para alcanzar resistencia y fuerza son frecuentes los entrenamientos de mayores distancias. Cuando sabe que deberá hacer piques de 600 metros quisiera no presentarse en la pista, pero se motiva al recordar que está cerca de llegar al Mundial Juvenil. Además, la velocista de pestañas largas y ojos negros también sueña con una clasificación olímpica. Para Gutiérrez lo más complicado del entrenamiento de la velocidad no son las dobles jornadas, las pesas que permanentemente alzan sus pupilos ni los piques que les sacan el aire. Para él, lo más difícil es cumplir los procesos. Él considera que un velocista no se hace de la noche a la mañana. La técnica y la resistencia a la velocidad se consiguen con años de práctica. La misma Tenorio aún tiene un error al mover el brazo izquierdo que intenta mejorar todos los días.
En el mundo. Florence Griffith, de Estados Unidos, mantiene las marcas de 100 y 200 metros con 10:49 y 21:34 segundos, en ese orden. Ganó tres medallas de oro y una de plata en los Olímpicos de Seúl 1988 y batió las plusmarcas del mundo. En varones, el más veloz del mundo es el jamaiquino Usain Bolt.
En el país. Ángela Tenorio, de 18 años, tiene el récord de 100 metros con 11,41 segundos. Ella compite todavía en la categoría juvenil. En los Juegos Sudamericanos que se realizan en Chile quedó segunda en esta modalidad. En 200 metros, la más veloz del país es Érika Chávez con 23:09 segundos.
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