Ganar sólo amistosos: la amarga tendencia de Argentina ante Alemania

Sergio Agüero busca recuperar el balón ante el alemaán Kevin Grosskreutz, el 3 de septiembre en un partido amistoso. Foto: AFP

Sergio Agüero busca recuperar el balón ante el alemaán Kevin Grosskreutz, el 3 de septiembre en un partido amistoso. Foto: AFP

Sergio Agüero busca recuperar el balón ante el alemaán Kevin Grosskreutz, el 3 de septiembre en un partido amistoso. Foto: AFP

Lo advirtió poco antes de la final del Mundial de Brasil el presidente de la Federación Alemana de Fútbol: Argentina suele ganar a Alemania, pero principalmente cuando no hay nada en juego.

La victoria argentina por 4-2 en Düsseldorf ante el once de Joachim Löw confirmó hoy 3 de septiembre una tendencia que no hace sino llenar de amargura a la Albiceleste. "Es una victoria que se puede festejar poco. Lamentablemente da bronca ganar a los campeones del mundo tan poco tiempo después de haber jugado una final", admitió hoy a dpa el argentino Martín Demichelis.

"Estamos contentos, pero bueno, es un partido amistoso, tampoco podemos festejar mucho", señaló Erik Lamela, autor de uno de los goles visitantes. "No obstante, era importante ganar, que el equipo se demostrara que podíamos ganarles".

Que Argentina puede ganar a Alemania está fuera de toda duda. De los 22 partidos que han jugado los dos campeones mundiales, los sudamericanos han ganado diez, empatado cinco y perdido siete. La diferencia de goles es 32-31 favorable también a los argentinos.

Sin embargo, en las últimas décadas, los éxitos argentinos ante la tetracampeona mundial llegaron siempre cuando lo único que había en juego era el prestigio. "En los últimos tiempos mantuvimos la tónica de que Argentina ganase los partidos amistosos y nosotros los de competición. Confío en que la cosa sigue así", dijo el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, antes de la final de Brasil 2014, en la que los germanos se impusieron 1-0.

Antes, Alemania había derrotado a Argentina en la final de Italia 1990 por 1-0 y en los cuartos de final de Alemania 2006 (1-1 y penales) y Sudáfrica 2010 (4-0).

La última victoria de los sudamericanos en un partido de competición se remonta al partido por el título en México 1986, donde el equipo liderado por Diego Maradona se impuso 3-2.

La única revancha posible para Argentina, pues, es volver a cruzarse con Alemania en un Mundial, como ya advirtió Martino antes del partido de hoy. "De ninguna manera va a cambiar algo o dejarnos más tranquilos si ganamos, porque la final de la Copa del Mundo es única", advirtió. "Lo único que nos dejaría más tranquilos es que dentro de cuatro años pasara lo mismo y el resultado fuera distinto".

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