Ángel Gómez Ruiz es un técnico que no aparece en público en Barcelona. Pasa con facilidad del escritorio a la cancha. Toma decisiones de la administración deportiva y de la táctica que debe aplicar el equipo en sus partidos.
No solo por su perfil de futbolista frustrado, sino porque asumió la dirección deportiva del club con la anuencia del banquero Fidel Egas, el mayor auspiciante y financista del club.
El sábado pasado desde las gradas del estadio Banco Pichincha sugirió el cambio de la táctica que aplicó el técnico argentino Juan Manuel Llop. No estaba de acuerdo con que el equipo atacara por las bandas a Macará y sugirió que sea por el centro de la cancha. Resultado: Barcelona 2, Macará 0.
Después de ver más de 300 videos de los partidos del torneo ecuatoriano de los últimos años, definió que el planteamiento de Barcelona para este año debía ser 4 – 3 – 3. Esa fue la primera recomendación que dio a Llop. En esos videos observó a Luis Macías, Miguel Garcés y Henry León en sus partidos con Liga de Portoviejo, Macará y Éspoli, en ese orden, y los contrató semanas después.
En base a ese sistema de juego, decidió además las contrataciones de Luis Bolaños y recientemente la del delantero argentino Ricardo Noir.
Él se revela fanático de ese sistema porque “le da más amplitud y profundidad al equipo”.
De eso Gómez conoce mucho por su paso como jugador por equipos de Segunda división de España, y por los cursos que realizó en Europa en dirección deportiva, técnico de fútbol y psicología. Dejó el balompié a los 28 años por una lesión de rodilla.
Cada lunes se reúne con Llop para hacer una evaluación del equipo. Gómez lleva su informe. Examinan cómo jugó, el rendimiento del plantel, los errores, los aciertos y sacan a limpio cómo deberá plantearse ante el siguiente rival. Él se apoya con la logística que le dan desde España.
El español, de 33 años, también aupó la propuesta de que el equipo de primera se traslade a Quito. A Llop no le incomodan sus sugerencias porque “se trata de apuntalar el proyecto”.
Gómez también funge de motivador. Ayer dio una charla a los jugadores en la Universidad Internacional, en Quito.
Aparece en la mesa directiva durante las ruedas de prensa, en las que se presenta a las nuevas incorporaciones o en las que se anuncian decisiones deportivas.
Llegó al conjunto canario con una consigna: organizar la estructura deportiva pero ha pasado esas fronteras. Escoge y contrata jugadores, opina y decide cómo se juega, además administra las cuentas del equipo. Cuidó que el costo de las contrataciones no supere el presupuesto del club.
En la práctica maneja mucho poder en Barcelona. Eso ya molestó a personajes como Alfonso ‘Pocho’ Harb, quien dejó la comisión de fútbol, por desacuerdos con Gómez en el fichaje del brasileño Da Cunha. “Todo lo que hago lo sabe Eduardo Maruri”.
Con su visto bueno, el presidente Maruri y el reemplazante de Harb, Carlos Manzur, ejecutaron las vinculaciones de los refuerzos de este año.
Su compatriota Emili Pons, director de la empresa española Mediapro, empresa que funciona desdew 1994, lo llamó en octubre de 2009 para ofrecerle que los represente en la institución torera. La contratación de esta firma, experta en marketing deportivo, fue una condición del Banco Pichincha para seguir sosteniendo financieramente al club.
Para venir a Guayaquil, dejó la Secretaría técnica y la asesoría deportiva del equipo Mallorca.
José María León, gerente administrativo y con quien Gómez comparte su oficina en la suite presidencial del estadio Monumental, asegura que él “es el fichaje más importante del año porque reúne el perfil profesional que la institución buscaba”.
Mediapro lo contrató por un año. Trabaja tres días en Guayaquil y cuatro en Quito.