Miguel Ángel Perera abrió la puerta grande en Madrid al cortar las dos orejas a su primero en la decimocuarta corrida de la Feria de San isidro, el 23 de mayo en Las Ventas. Foto: EFE
El diestro extremeño Miguel Ángel Perera abrió hoy, 23 de mayo, la Puerta Grande de la plaza de toros de Madrid después de cortar tres orejas que premiaron su valor y su sólido toreo en una de las corridas de más interés del abono de San Isidro.
FICHA DEL FESTEJO
Cinco toros de Victoriano del Río, de buena presencia en conjunto y de juego dispar: desde la clase y la profundidad de segundo y tercero al peligro y la aspereza del cuarto.
Y un sobrero de Zalduendo (1º), sustituto de un titular devuelto por descoordinado de movimientos, serio y rajado.
El Juli: estocada tendida muy trasera (silencio); pinchazo y estocada trasera desprendida (palmas). José María Manzanares: pinchazo y estocada (ovación); estocada (silencio).
Miguel Ángel Perera: estocada trasera (dos orejas tras aviso); estocada desprendida perpendicular (oreja tras aviso). Salió a hombros por la Puerta Grande. Entre las cuadrillas destacaron el picador Paco Doblado y Juan Sierra, que saludó en banderillas, ambos en la lidia del tercero. La plaza presentó un lleno de “no hay billetes”, en el decimoquinto festejo del abono.
PERERA SE REIVINDICA A LO GRANDE
La corrida de hoy, 23 de mayo, tenía sobre cualquier otra circunstancia el interés, y el morbo, de reunir en el mismo cartel a tres de los cinco toreros que este invierno se negaron a actuar en la plaza de toros de Sevilla.
Ante la fuerte polémica suscitada en los medios taurinos a lo largo de los últimos meses, los tres estaban obligados a reivindicarse y a justificarse hoy, 23 de mayo, en la feria de San Isidro.
Y fue sólo Miguel Ángel Perera quien consiguió dejar su nombre en alto, después de un rotundo triunfo de tres orejas y la consiguiente salida a hombros de Las Ventas.
El torero de Badajoz se justificó en su orgullo con auténtica rotundidad, como rotundo y sólido fueron el toreo que le hizo al tercer toro de la tarde, uno de los dos destacados de la corrida, y el alarde de valor que hizo ante los cabezazos defensivos del sexto.