No llegaron con bombas de agua ni con espuma de carnaval. Ayer, unos 300 hinchas de Liga de Quito sorprendieron a los aficionados de El Nacional con piedras y palos.
Así fue como la hinchada del plantel albo se hizo sentir, una hora antes del partido entre criollos y albos, por la tercera fecha del torneo local.
De esa agresión no se registraron detenidos, según el informe de la Policía Nacional.
Lo que sí hubo fue pánico y nerviosismo por parte de las personas que alrededor de las 11:00 transitaban por los exteriores del estadio Olímpico Atahualpa.
El miedo de recibir un golpe hizo que los aficionados abandonen el lugar a toda prisa y que otros 10, entre ellos mujeres y niños, se escondan detrás del monumento de piedra que reposa sobre la avenida 6 de Diciembre, frente a la puerta de ingreso principal del estadio Atahualpa.
Después del alboroto que protagonizaron los hinchas de Liga, que avanzaron a ese escenario deportivo por la avenida Naciones Unidades, fueron custodiados por los uniformados hasta la hora de inicio del partido.
Los miembros de la Policía Nacional también estuvieron pendientes de ambas hinchadas en el interior del estadio, en donde la fiesta del fútbol se vivió en paz.
Para el encuentro de ayer se movilizaron, desde las 08:00, cinco jefes de la Policía Nacional, 35 oficiales, 450 policías, 10 canes y 10 acémilas. También acudió personal de la Policía Judicial, Antinarcóticos y miembros de la Policía Metropolitana.
Estos últimos grabaron los desmanes que protagonizaron las hinchadas, y para impedir que eso vuelva a suceder, los aficionados contaron con la seguridad de las policías Nacional y Metropolitana hasta el final del encuentro.
“Nuestra misión es cuidar de la integridad física de los espectadores y por eso nos retiraremos después de enviar a cada hinchada por lados diferentes”, mencionó un metropolitano, que evitó dar su nombre.
Según las cifras proporcionadas por el departamento de Comunicación de El Nacional ayer asistieron 17 101 espectadores.
Algunos de ellos decidieron pasar el feriado de Carnaval en Quito para presenciar el partido entre albos y criollos, considerado como un clásico.
Ese fue el caso de Cristian Andrade, quien llegó acompañado por su hija Nathalia y su esposa Verónica. Los tres son hinchas del club militar.
Otros que presenciaron el encuentro fueron el argentino Luis Soler, ex timonel de Deportivo Cuenca; y Adrián Bone, golero de Deportivo Quito y de la Selección Nacional. Este último asistió junto a sus dos hijas y esposa.
Antes de ingresar al estadio, la hinchada disfrutó de las canciones que interpretaron los músicos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Ellos también llegaron a las 08:00 y tuvieron que protegerse de los palos y piedras que arrojaron los hinchas.
Una vez superado el susto, volvieron a interpretar a los temas que invitaban a mover los pies y buscar una pareja para bailar.
La banda musical abandonó los exteriores del estadio a las 12:00, cuando las hinchadas empezaron a cantarle a su equipo.