La XXI edición de los Juegos Olímpicos de Invierno se inauguran hoy, en la ciudad canadiense de Vancouver, con esperanzas de llevar al mundo una tregua en sus habituales preocupaciones de guerras, descontento social y crisis financiera internacional.
Un total de 2 762 deportistas de 82 países tendrán la tarea de servir de enviados de paz durante 17 días, compitiendo bajo los aros olímpicos en 15 disciplinas.
Dentro de esa gran cifra, un poco más de dos decenas de atletas de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, México y Jamaica pondrán su granito de arena para patinar en nieve ajena, sin esperanzas de alcanzar una medalla.
Acompañando a los protagonistas del baile invernal cuatrienal, estarán además 2 982 oficiales y 10 000 periodistas que hablarán de sus hazañas y criticarán sus debilidades, valiéndose de lo último en tecnología de la información.
Para los Juegos de 2010, Canadá hizo una fuerte apuesta de casi USD 1 700 000 en la ruleta olímpica, esperanzado en recuperar la inversión mediante el turismo, los derechos de transmisión de los Juegos y otros rubros.
Salvo la gente de Vancouver, que agradece y bendice los Juegos, el resto de los canadienses ve con pesimismo la inversión olímpica, recordando que tan solo hace tres años Montreal terminó de pagar las deudas que le dejaron los Juegos de Verano en 1976.
Pero los habitantes de Vancouver son gente optimista y esperan la cita con la ansiedad que muestran los niños en el Día de Reyes.
Poco se sabe del espectáculo que abre hoy los Juegos en el BC Place Stadium, salvo la parte rutinaria del desfile de las delegaciones, el saludo del Gobierno a los participantes y las palabras oficiales con que el presidente del Comité Olímpico, Jacques Rogge, inaugurará los Juegos.
El Comité Organizador (Vanoc) ha prohibido el acceso de la prensa a los ensayos y cada uno de los 4 000 voluntarios que participarán en la ceremonia se les ha prohibido dar detalles.
El productor del espectáculo es el australiano David Atkins, bailarín, coreógrafo y director de la David Atkins Enterpises, empresa que montó las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Otro gran misterio ronda en torno al portador del último tramo de la antorcha olímpica, el hombre o la mujer que le dará luz a los Juegos encendiendo el pebetero. El principal candidato es el gran jugador de hockey sobre hielo Wayne Gretzky.