El coliseo Mayor Jefferson Pérez recobró vida ayer con la presencia de 438 judocas de 15 provincias y 10 clubes del país. Ellos pertenecen a las categorías preinfantil, infantil, menores y prejuvenil. Los combates del Nacional de Judo Fundación de Cuenca se desarrollan hasta la tarde de hoy, sábado 3 de mayo.
Las colchonetas rojo, celeste y azul se tendieron ayer en el tablado del escenario deportivo. Allí se distribuyeron tres áreas de competencia, con sus respectivos marcadores electrónicos. Sin calzado, deportistas y jueces entraron en acción en medio del bullicio.
Los primeros combates fueron en las divisiones menores de 10 años, 11-12 años, en la rama femenina y masculina. Allí, la cañarense Sheccid Rivera superó a la azuaya Joselín Barzola; mientras Johana Castillo de Sucumbíos venció a la guayasense Adriana Dillón.
La derrota de Dillón disgustó a una de las entrenadoras del Guayas, Ana Pérez, quien ni siquiera con el transcurrir de los minutos calmó su coraje. “Vinimos a ganar todas las peleas”. La delegación porteña arribó a la capital azuaya con 22 judocas de las categorías 11-12, 13-14 y 15-17 años.
Las judocas ganadores, en cambio, recibieron el abrazo de sus entrenadores y de sus compañeras. Rivera recordó que Cañar siempre ha tenido buenos judocas, que incluso han conformado diferentes selecciones nacionales. “Mi meta es llevarme de Cuenca la medalla de oro”, sostuvo.
El torneo reúne a seleccionados de Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Cotopaxi, Guayas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Morona Santiago, Pastaza, Pichincha, Tungurahua, Santo Domingo y Sucumbíos. Además hay representantes de 10 clubes de las diferentes provincias.
Pedro Cevallos, uno de los técnicos de Tungurahua, está convencido que este torneo es una vitrina para los nuevos valores de este deporte. “Para la mayoría de niños es la primera competencia nacional del año y ellos quieren mostrarse”. Él citó a los hermanos Carlos y Aracelly Barrionuevo como los principales exponentes.
Roberto Ibáñez, entrenador de la selección ecuatoriana de judo, miró de cerca los combates y confesó que sus primeros pasos como DT fueron en este campeonato denominado Fundación de Cuenca. “Siempre sirvió para foguear a los preinfantiles con miras a los torneos infantiles oficiales, quienes a su vez buscan cupos para las selecciones del país”.
Ibáñez sugiere a los técnicos de las provincias realizar un seguimiento minucioso para que se pueda mantener un proceso. Ellos, de seguro, serán los futuros representantes del país en competencias del exterior. A su criterio, el judo ecuatoriano está por buen camino.
El estratega guayaquileño también llegó a la capital azuaya con el objetivo de apoyar a los judocas de su club de alto rendimiento, Tashi Waza, en calidad de presidente. La idea es que los deportistas que allí se forman lleguen a las diferentes selecciones del país.
Según Rolando Parra, vocal de la Federación Ecuatoriana de Judo, el torneo Fundación de Cuenca tiene 25 años de vida y quienes ahora son técnicos, o jueces fueron parte de este certamen. Su aspiración es que se retome la presencia de judocas internacionales, como hace unos seis años.
Él, además, representa al club azuayo Zentinam Pedrador. Otras organizaciones que participan en el campeonato nacional son Shogun, Tomo Hamana, La Salle, Dayama, Liga Cantonal de Quevedo, Trielite, Liga Cantonal de Babahoyo y Limón Indanza.
Las peleas para los niños duran tres minutos; mientras los infantiles y prejuveniles combaten durante tres minutos. La premiación será esta noche.
10 clubes del país se sumaron al campeonato nacional Fundación de Cuenca.