Estos asientos difieren entre sí. Se utilizan tapizadas y taburetes en un mismo comedor.Fotos: Cortesía Studio Noa y amha Design, Julio Estrella / EL COMERCIO
Atrás quedaron las sillas del comedor idénticas o similares a la mesa. Ahora prima la variación. Son de diversos colores, materiales y diseños, y algunas de esas se introducen en un mismo comedor.
Y es que la arquitectura y el diseño de hoy crean protagonismos con elementos como, en este caso, el mobiliario. Las sillas se vuelven puntos focales o de atención en el ambiente del comedor.
Antes de seleccionar una silla es importante analizar varios aspectos. Uno de esos es el confort. Se lo obtiene respetando las normas de ergonomía, que garantizan comodidad y el cuidado de la postura de los usuarios, según Ana María Hanze, gerenta general y de Diseño de Amha Design.
El mercado ofrece asientos en diferentes tamaños.
María Fernanda Andrade, interiorista propietaria de Andra Design, recomienda sillas con un espaldar que tenga una inclinación mínima de 110 grados en relación con el asiento.
En el caso del asiento, explica, debería tener 50 centímetros de ancho y 40 o 45 de fondo, según el modelo de la silla.
La forma de las sillas varía en relación con la mesa.
Para Hanze, la tendencia de variabilidad en las sillas ha generado nuevas formas de combinar, utilizando los materiales de siempre. “Madera con enchapes de metal, principalmente, pero aplicados con técnicas actuales, que generen un ‘look’ innovador”, afirma.
A esas alternativas, la jefa de Diseño de Studio Noa, Ángela Hoyos, añade sillas acrílicas, de metal y tapizadas.
Para la especialista, el propósito de la combinación es que cada modelo se destaque en un mismo ambiente.
Explica que para lograrlo se toma como referencia a la mesa. Si esta es, por ejemplo, de metal, le van bien unas sillas de madera. En cambio, si se trata de una mesa ligera, como una de vidrio, combina mejor con unas sillas que sean un poco más pesadas visualmente.
Otro aspecto importante que debe tomarse en cuenta antes de seleccionar ese elemento del mobiliario, y en el que coinciden las profesionales del interiorismo, es la facilidad en la limpieza.
Entre las opciones están las réplicas de diseñador.
Como elemento vanguardista, Hanze menciona las telas inteligentes, que evitan marcas. Las manchas se limpian únicamente con agua.
Andrade y Hoyos aseguran que esa tecnología es importante en el comedor, considerando que es una zona que está constantemente expuesta a accidentes con la comida.
El color es otro recurso para lograr diversidad en el comedor. Andrade sugiere que las sillas cabeceras sean de un tono diferente a las laterales, ya que acentúan la tendencia rectangular. A eso se puede añadir texturización en las cabeceras.
Pero, además del estudio de cada particular sobre las sillas y la elección entre las alternativas existentes, es importante fijarse en el espacio.
En zonas reducidas es importante sacar el máximo provecho con sillas ‘petite’ y mesas de preferencia transparentes, que den ligereza, indica Hanze. “En espacios grandes hay más opciones, pero se vuelve un desafío”.