Los proyectos se expusieron entre el 17 y el 20 de octubre en el pabellón de Ecuador de la Conferencia Hábitat III. Fotos: Diego Pallero y Víctor Muñoz/EL COMERCIO
Tres proyectos de universidades ecuatorianas ganaron en las categorías del Concurso Internacional Universitario de Anteproyectos CIU Hábitat. El concurso se denominó ‘Retos del hábitat popular en el sur global contemporáneo: comunidades resilientes, y tuvo tres temas: Asentamientos en ecosistemas de manglar; Asentamientos en zonas de riesgo volcánico y Arquitectura y urbanismo en asentamientos marginales.
En el primer tema, los estudiantes de la Universidad de las Américas (UDLA) fueron los ganadores. Su proyecto, Eco-Aldea, consiste en el diseño de un modelo de ecoaldea sustentable en tres niveles: social, económico y ambiental.
Situado en la comunidad de Puerto Roma, Golfo de Guayaquil, el proyecto es una alternativa frente a la vulnerabilidad que afecta la zona.
Jorge Cevallos, miembro del proyecto, indica que se trata de un módulo de doce lados con seis casas al interior, con áreas de cultivo en las zonas contiguas. “La idea es que el modelo sea replicable en ecosistemas similares. Al ser un sistema modular, de hormigón armado, el ensamble es sencillo”.
Tukup Ariq (Refugio en el volcán) fue el proyecto que se llevó el primer puesto en el tema dos. Lo lideran estudiantes de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE). El trabajo está dirigido a la parroquia de Cotaló, en las inmediaciones del volcán Tungurahua, donde la actividad volcánica pone en riesgo a los habitantes.
Sebastián De la Torre, estudiante de la UIDE, cuenta que su proyecto planteó un refugio replicable que pueda funcionar en el mismo lugar, ya que “reubicarlos habría sido incidir en su consmovisión y en los lazos con su entorno”.
El refugio consiste en un paraboloide hiperbólico alterado con materiales de la zona: madera, cemento, tierra, bahareque; aislamiento con plástico, mallas y fibras naturales para generar resistencia.
La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ganó con su proyecto en la tercera temática. Su proyecto, Doble peine, nuevo modelo de ciudad anfibia, consiste en la reubicación de las viviendas que están al borde del Estero Salado, en el sur Guayaquil.
Fernanda Luzuriaga, representante de la UTPL, explicó que su propuesta va más allá de la vivienda y abarca el entorno en general, con temas como la vialidad y la comunidad. “Queremos reivindicar el espacio de una manera digna”.
En el concurso participaron 441 personas de universidades de Europa, Asia y América. De ese número 332 son estudiantes y 109 profesionales. El jurado estuvo conformado por miembros nacionales e internacionales.