Las lomas de Manabí tienen casas ‘fusión’

La madera y el ladrillo dominan la estructura exterior de esta casa ubicada en la vía al cantón Chone, en Manabí.

La madera y el ladrillo dominan la estructura exterior de esta casa ubicada en la vía al cantón Chone, en Manabí.

Esta vivienda de estilo suizo fue construida con materiales de la zona manabita. Fotos: Katherine Delgado / para EL COMERCIO

En los cerros dominados por territorios ancestrales de la comunidad montuvia hay ejemplos de construcciones que combinan los elementos propios de sus zonas con estilos introducidos de otras costumbres.

Son viviendas de hasta dos pisos, con una forma de uve invertida o tipo chalet, con plantas sobrepuestas.

Los áticos y sus acabados en piedra y madera se asemejan a un estilo de vivienda suizo.
Pero su toque arquitectónico es el resultado de la idea de las familias montuvias de los cantones Flavio Alfaro y Chone, en el norte de Manabí.

La madera y el ladrillo dominan la estructura exterior de esta casa ubicada en la vía al cantón Chone, en Manabí.

Las coloridas casas con techos marrón y azul emergen en la cúspide de las lomas de esas zonas, y son fácilmente divisadas desde las vías principales.

Hay una decena de estos chalets que desde largas distancias ‘brillan’ en medio de una tupida vegetación.

Fabricio Zambrano, el propietario de uno de los predios, cuenta que incluyó la madera propia del lugar para no perder la identidad de sus raíces.

Junto a sus padres promovió hace 20 años la siembra y cultivo de los árboles de teca que, años después, formarían parte de los materiales de su vivienda, en el sitio San Pablo.

El ático que tienen las viviendas sirve para el descanso de los propietarios que llegan al lugar los fines de semana.

Así mantiene el recuerdo de su adolescencia, cuando subía a la montaña a retirar la maleza que entonces intentaba cubrir los primeros retoños de las plantas. Darwin Orejuela administra una de las viviendas, a la que se accede por un empinado camino lastrado.

Luego de 10 minutos de caminata, el forastero se encuentra con una estructura que resalta por sus ventanales que hacen juego con el revestimiento exterior maderable.
En ese segundo piso todo se siente liviano. En la parte baja la composición principal son ladrillos en su estado ‘puro’ .

Orejuela explica que la forma arquitectónica que tienen estas viviendas le dan un significado simbólico al patrimonio montuvio manabita.

Aunque está de acuerdo que la casa típica de este grupo étnico es de caña guadúa al 100% y eso no se discute, porque es parte de la historia.

La estructura interior guarda relación con la estética original de una vivienda del cantón Flavio Alfaro.

No obstante, cree que por los esfuerzos hechos al lograr combinar una técnica ancentral con una extranjera deben merecer un reconocimiento.

El catastro del Municipio de Flavio Alfaro da cuenta del tipo de infraestructura que tiene el cantón, sobre todo en la zona rural.

Por ejemplo, en esas áreas las viviendas más comunes son las de ladrillo y caña.
Además se constituyen en las de mayor número en todo ese cantón del norte manabita.

Son 5 296 viviendas en la zona rural frente a las 1 193 del área urbana, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos. El estilo de combinar técnicas para levantar casas en estos territorios ancestrales tuvo la influencia de migrantes.

El analista Víctor Muñoz cuenta que los manabitas que salieron del país hacia Europa comenzaron a enviar divisas para que se realicen inversiones en su tierra natal.

Además del dinero, enviaron modelos de viviendas que aparecían en el entorno donde se movían. Sus familiares, de esa forma, acataron sus gustos y empezaron a montar estas casas, sobre todo en sitios que antes tenían como fincas. Hoy estas viviendas son espacios admirados.

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