El polvo de caucho es el primer paso para el piso. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Alrededor de 500 años tarda en desaparecer de la naturaleza una llanta que ya no se usa. Muchos apuestan por darle una segunda vida a este material para diferentes usos; entre ellos, los pisos.
El caucho de las llantas viejas es útil, por ejemplo, en pisos de gimnasios, industrias donde se trabaja de pies, caballerizas, áreas infantiles, colegios, centros comerciales, entre otros. Esto, debido a que las planchas son ergonómicas y versátiles.
Ecocaucho es una de las empresas que apuesta por reutilizar el caucho de las llantas viejas, no solamente para pisos, sino también para moquetas de autos, rodapiés y elementos viales y de parqueaderos.
De las llantas usadas que llegan a la fábrica también se hacen llantas nuevas cuando el esqueleto de estas aprueban un control de calidad. Pero solo una o dos de cada diez vuelve a ser una llanta; el resto se muele hasta conseguir el polvo de caucho con el que se fabrican las láminas para pisos.
Alfonso Altamirano, subgerente comercial de Ecocaucho, explica que el material sigue un proceso riguroso para convertirse en las planchas para pisos. “En la elaboración, el material pasa por controles de calidad que garantizan las ventajas ecológicas del piso”.
Luego de obtener el polvo de caucho en un molino, el proceso continúa.
En este proceso de molido del caucho se obtiene caucho de 0 a 3 mm de espesor y de 3 a 6 mm de espesor, que se emplea de acuerdo con las necesidades de cada objeto. Se mezcla con resinas y poliuretanos, para luego llevar la mezcla a una prensa con moldes acordes con las medidas y cualidades del piso que se requiera.
Cuando las láminas de caucho salen de los moldes pasan por un control de calidad y se les aplica formas diversas y, en algunos casos, se pintan, según la utilidad.
Las láminas tienen diferentes formas, unas son de bordes llanos y otras tienen entradas y salidas, de manera que se colocan como si se armara un lego.
El tiempo de fabricación de las láminas depende de las dimensiones de las mismas y llega hasta los 25 minutos.
Altamirano comenta que en la fábrica se procesan hasta 100 m² de piso diario. El valor de cada m² está entre USD 19 y 30, instalado en el lugar requerido.
Este fabricante propone la alternativa como una forma de pensar en la conservación del ambiente.
Considera que el reciclaje de llantas sí es posible, ya que en el país, incluso, se tiene la costumbre de quemarlas, lo que causa más daño al ecosistema.
Ecocaucho funciona desde hace cuatro años. Altamirano explica que entre muchas de las ventajas de usar este material para pisos, está su fácil colocación, ya que no se requiere ningún producto para pegar.
“Algunos ponen cemento de contacto en la superficie para que se pegue a esta, pero no es necesario, ya que por el peso y consistencia del caucho este queda compacto con solo colocar cada pieza”.
El mayor requerimiento para colocar es que la base esté nivelada. “Mientras más nivelada, la lámina quedará más compacta”.