Seis íconos de la cultura nacional en rompecabezas

Arnaldo Gálvez en la tarea de unir las piececitas de uno de los modelos

Arnaldo Gálvez en la tarea de unir las piececitas de uno de los modelos

La figura de una finca cacaotera costeña reflejada hasta en sus mínimos detalles. Fotos: Víctor Vizuete/ EL COMERCIO

Arnaldo y Nelson Gálvez empezaron a ponerles pies a sus sueños hace una veintena de años. Comenzaron diseñando murales con motivos infantiles que eran bien recibidos en guarderías, jardines y hospitales.

Transmutar muros amorfos y sin brillo en coloridas extensiones del mundo Disney les dio de comer y estudiar por mucho tiempo.

A esa tarea se dedicaron en su taller Sin Fronteras, ubicado entre las calles Eduardo Marley y Heleodoro Ayala del barrio La Ferroviaria Alta, hasta que, de pronto, la tecnología irrumpió sin contemplaciones y casi les quitó su fuente de trabajo.

¿Los causantes de esa cuasi tragedia? Los vinilos o PVC decorativos. Estos se fabrican en todos los tamaños y formatos y tienen modelos y motivos casi infinitos, no solo los de Disney. Además, se colocan como si fueran calcomanías. Facilito.

“Entonces nos quedamos en la disyuntiva de cambiar de temática o de profesión”, cuenta Arnaldo, el hermano mayor.

Arnaldo Gálvez en la tarea de unir las piececitas de uno de los modelos

Luego de un concienzudo estudio de mercado y de posibilidades, se decidieron por fabricar accesorios y figuras que reflejen la idiosincrasia de nuestro pueblo, sus inmuebles y algunos de sus íconos más representativos.

El estudio incluyó una investigación de campo rigurosa, que nos permitiera reflejar de manera fidedigna y real -a escala reducida- esos elementos de la identidad ecuatoriana que íbamos a escoger, afirma convencido Nelson, el menor de los artesanos.

A eso se sumó otra exigencia: que los objetos tenían que ser educativos y lúdicos.

Entonces se decidieron por dar vida -en pequeño- a seis referentes de la cultura nacional: la iglesia de El Belén de Quito; las fincas cacaoteras de la Costa; el simpático ¿automóvil?

La cortadora láser diseña y luego corta las piezas que conforman las figuras.

Andino, un referente de los años 70 y 80; el Telégrafo 1, el avioncito en el que el piloto italiano Elia Liut hizo su histórico vuelo hace 95 años; el tren de Alfaro, que llegó a Quito el 17 de junio de 1908, y una casa campesina serrana (de Lloa). También, hacen trabajos publicitarios para marcas.

Para lograr un óptimo trabajo, los hermanos Gálvez adquirieron una cortadora láser, que diseña y corta a la perfección la infinidad de piecitas de rompecabezas que componen cada figura.

Los precios varían según el objeto y el tamaño. Una casita de Lloa vale USD 2; un tren, un avión o la iglesia de El Belén más grandes, 15.

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