Esta construcción ambateña de estilo republicano tiene 143 años. Resistió un terremoto. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La imponente fachada de piedra color gris con balcones, ventanas con arcos de medio punto y columnas talladas del mismo material impresiona. Diversos estilos e influencias de construcción caracterizan a esta edificación de dos plantas, localizada en las calles Bolívar y Quito, en el centro de Ambato, provincia de Tungurahua.
La casa pertenece a la época Republicana y es parte de los bienes declarados como Patrimonio Cultural de esta ciudad. En Ambato, dentro las 15 manzanas que integran el corazón colonial sobresalen edificios de estilo Republicano, como la Gobernación, el Municipio, los colegios Bolívar y La Providencia, la iglesia Medalla Milagrosa, el Mausoleo de Montalvo, la Casa del Portal, entre otros.
Desde junio del 2018, en la vivienda que fue restaurada por los técnicos Patricio Buenaño y Xavier Ballesteros funciona el bar-restaurante Juan Pachanga, que ofrece carnes, cocteles, música y baile.
Las imponentes columnas de esta antigua construcción le dan un toque de elegancia, porque deja mirar la piedra y la madera como materiales andinos utilizados en la edificación.
La casona de propiedad de Ricardo Rivera está dentro de ese listado por su llamativa fachada. El objetivo del diseño es transmitir un ambiente familiar y que los clientes conozcan la tipología de la arquitectura caracterizada por las columnas de piedra, paredes, zócalos y muros de piedra portantes.
En la rehabilitación se implementó un sistema drenaje de agua lluvia y una cubierta metálica con planchas de vidrio. La estructura y las características interiores del edificio se mantienen.
Según Heidi Palacios, arrendataria del local, en sus investigaciones descubrió que esta construcción tiene más de 143 años, es decir soportó el terremoto de Ambato ocurrido el 5 de agosto de 1949. La propiedad estuvo abandonada cerca de 10 años hasta su restauración, que se inició en el 2016.
En la restauración de la edificación de más de 500 metros cuadrados de construcción se utilizaron madera, piedra, teja y otros materiales andinos. También los zócalos de piedra se conservan.
Decorado con elementos como las cuchillas del arado.
Todos los ambientes se distribuyen a través de un área central cuadrada donde las columnas dóricas de piedra y otra parte metálicas que fueron adaptadas le convierten en una edificación sobria. En la rehabilitación se realizaron obras de protección y apuntalamiento; reforzamiento y consolidación estructural.
Asimismo, la impermeabilización de los interiores, la restauración en su totalidad de los elementos de madera. La vivienda se convirtió en un lugar acogedor ubicado en el barrio El Español, uno de los sitios tradicionales de la urbe ambateña. En este sector, las casas añejas de piedra, bahareque y techos de teja están matizadas con una arquitectura de modernas construcciones.
La casa cuenta con un gran salón principal para 100 personas. En esta sobresale el
color gris de las paredes de piedra que crean un ambiente
para disfrutar.
Los muebles también se conjugan con la decoración simple de este espacio, localizado en la segunda planta, y van en tonos acordes al gris de la piedra descubierta. Las ventanas y puertas también fueron tratadas y restauradas. El piso de madera fue reemplazado por el porcelanato.
Las gradas originales de la edificación se mantienen.
En todos los rincones sobresalen los colores andinos, pero el que tiene más presencia, especialmente en las fachadas, es el gris de la piedra, mientras que los espacios como el restaurante, bar, sala de baile y de artistas muestra murales relacionados con los ambientes.
También la rehabilitación y recuperación de las gradas de madera con estrechos pasillos trasladan al turista a la antigüedad. Los tumbados de hierro y madera confieren elegancia a cada una de las áreas de la segunda planta.