El arquitecto indio Balkrishna Doshi se adjudicó el Premio Pritzker, el equivalente al Nobel en arquitectura, a los 90 años. Foto: Sam Panthaky/ AFP
El Premio Pritzker, el equivalente al Nobel en Arquitectura, siguió este año con su reconocimiento de los trabajos que integran pragmatismo y humanismo, y galardonó al arquitecto indio Balkrishna Doshi. El profesional de 90 años se llevó el reconocimiento por mostrar durante su carrera compromiso social unido al respeto a la tradición e historia de su país.
La obra de Balkrishna Doshi (Pune, 1927) se caracteriza por su preocupación por integrar la arquitectura en la vida cotidiana de su país con las necesidades urbanas mediante el uso de la tecnología moderna. “Mi trabajo es la historia de mi vida, continuamente en evolución y buscando eliminar el papel de la arquitectura y mirar solo a la vida”.
Con esa frase recogida por la Fundación Hyatt, que otorga el Pritzker, se resume la trayectoria del hombre que inició los estudios de arquitectura en 1947, el año en el que India declaró su independencia.
El Instituto de Indología de Ahmedabad, uno de los primeros proyectos en solitario del arquitecto indio Balkrishna Dosh. Foto facilitada por la Fundación Hyatt.
Ese dato es importante para la carrera de Doshi, que siempre ha querido reflejar en sus obras a la nueva India, la que respeta tradiciones pero mira al futuro y acepta los cambios.
Influenciado en un primer momento por Le Corbusier, con el que trabajó a comienzos de los 50, Doshi regresó a su país para abrir en 1956 su estudio Vastushilpa, en Ahmedabad, donde concentra la mayor parte de su trabajo.
Desde ahí empezó a diseñar edificios con reminiscencias del pasado histórico de la India con un estilo tan funcional como poético.
Para Doshi la arquitectura es una extensión del cuerpo que se relaciona con el clima, el paisaje y el urbanismo, un principio que ha aplicado a los diseños de sus proyectos.