Una alternativa es combinar beige en el espaldar con tonos marrón en accesorios. Foto: Patricio Terán/ Construir.
Cuando se habla de estilos decorativos para el hogar, los profesionales del interiorismo recomiendan, principalmente, pensar en dos cuestiones: formas y colores.
Las líneas rectas son propias del minimalismo y los detalles y formas curvas caractrizan a los ambientes más tradicionales y contemporáneos.
Los colores dicen mucho del estilo que mantiene una casa, indica Carolina Zambrano, arquitecta e interiorista.
“La tendencia ubica a los neutros para decoración minimalista; rojo negro y blanco son modernos por excelencia. Los tonos más cálidos son contemporáneos y llevan mucho hacia la decoración clásica”.
Pese a esto, Zambrano considera que para adecuar ambientes modernos se pueden utilizar colores propios de otra línea decorativa. “Todo depende del tipo de elementos que se usen y de cómo se los disponga en el espacio disponible”.
Catherine Argudo, diseñadora de interiores de Studio Noa, recomienda el uso de tonos cálidos para la decoración moderna. Según la interiorista, la alternativa para que no se confunda con el clásico es implementar accesorios en tendencia en el ambiente y manejar materiales poco convencionales.
Así por ejemplo, “los tapices de sala y comedor pueden ser de terciopelo; en lugar de blanco como color neutro de los sofás, poltronas y espaldares de la cama se puede usar un tono beige que empate con los marrones de los accesorios como cojines (en la sala) y cobertores (en el dormitorio)”.
La recomendación de Zambrano y Argudo es que el mobiliario de madera, para marcar la diferencia, debería tener texturas o aspecto envejecido, ya que a diferencia del clásico, las superficies son lisas y uniformes. Lo mismo se aplica con los accesorios.
“Hoy hay esculturas, jarrones y otros adornos para mesas de centro y consolas en tonos cálidos, con diseño moderno”.