Babahoyo tiene un sitio de oración con identidad

Las vigas de la antigua construcción se recuperaron y ahora cuentan parte de la historia del sitio.

Las vigas de la antigua construcción se recuperaron y ahora cuentan parte de la historia del sitio.

El proyecto se hizo con mano de obra local y contempla la inclusión comunitaria, a través de actividades diversas con los niños de la zona. Fotos: cortesía Natura Futura Arquitectura.

Casa de Oración es un sitio de encuentro comunitario, que constituye, a la vez, una propuesta de arquitectura como intermediaria de encuentro, reflexión y restauración.

Se trata de un proyecto del colectivo Natura Futura Arquitectura, ubicado en Babahoyo, provincia de Los Ríos, en el sector de las cinco esquinas. Según los arquitectos, este es un barrio joven y vulnerable, con problemas de seguridad y con una población en aumento, desde hace más de 20 años, aproximadamente.

La construcción se realizó con recursos limitados, según los representantes del colectivo. Esos se lograron gracias a colectas de los fieles.

En Casa de Oración la luz se desliza sobre el espacio para satisfacer la necesidad de los asistentes durante su comunión con el ser supremo.

Las vigas de la antigua construcción se recuperaron y ahora cuentan parte de la historia del sitio.

Lo que se requería, de acuerdo con los promotores, era un nuevo espacio de oración, que sea mucho más amplio y con características que generen una identidad propia entre los habitantes, a través de la arquitectura y los elementos que la componen como los materiales empleados.

Uno de los objetivos de la creación del espacio es el trabajo con niños, la realización de talleres y prácticas sostenibles, que generen una apropiación del lugar por parte de la ciudadanía y permitan un proceso de vigilancia del sector.

Si bien la edificación de la Casa de Oración constituye un ejercicio de inclusión, el espacio no queda totalmente terminado. Su arquitectura estará en permanente construcción, conforme se recolecten los fondos para hacer más adecuaciones.

El ladrillo es uno de las materiales fundamentales en este proyecto.

José Gómez, miembro de Natura Futura Arquitectura, comenta que, con el propósito de darle una identidad acorde con el lugar de ubicación de la edificación, surgió la idea de una arquitectura completamente permeable. Esta debe ser capaz de sostener el discurso de conexión de la ciudad y los elementos que la conforman, a través de rasgos particulares, “que van tejiendo una idea más ordenada y respetuosa de su identidad”.

Además, la propuesta contempla el apoyo a la inclusión de mano de obra local y el rescate de la materialidad del lugar. “Con esto se ingresa en una especie de juego de creación de sistemas constructivos en experimentación continua”.

Antes de la existencia de la renovada Casa de Oración, en el lugar existió una casa antigua y en mal estado. De ella se recataron vigas de madera para reutilizarlas en la nueva propuesta. Esto, a la vez, es una forma de mantener la herencia y la memoria del lugar.

La luz natural ingresa por el techo y baña el altar. Además, genera una relación entre la luz y sombra.

En el sitio se observa la triangulación de vigas con tensión, la mampostería de ladrillo visto y zinc pintado, materiales y técnicas que se acoplan al entorno. Hay madera en las fachadas, trabajadas en mallas, que generan transiciones de luz y permeabilidad.

La luz natural se cuela por el techo, baña el altar del local y genera una relación luz-sombra en el interior.

Para el colectivo de arquitectos, más allá del resultado material, la arquitectura debe conciliar emociones, “hacerlas nacer, bullir, arder”, o simplemente generar estados de calma, de paz, de silencio.

Este proyecto se define con una arquitectura que va más allá de un resultado material, ya que hace que la ciudad sea parte de ella, conecte elementos de ambos y permita la vinculación comunitaria, en un entorno con identidad propia.

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