El agua fluye en la decoración contemporánea

Esta es una cascada de caída libre en manto. El agua  se conjuga con la piedra y también con la madera. Foto: Cortesía Nicholl Sketch

Esta es una cascada de caída libre en manto. El agua se conjuga con la piedra y también con la madera. Foto: Cortesía Nicholl Sketch

Esta es una cascada de caída libre en manto. El agua
se conjuga con la piedra y también con la madera. Foto: Cortesía Nicholl Sketch

Como muchos componentes de la arquitectura y del diseño, las cascadas, además de una función decorativa, despiertan sensaciones entre quienes habitan un sitio. Ese recurso otorga, específicamente, paz y confort.

Aunque no es la única forma de decorar con agua, las cascadas son cada vez más utilizadas. Ahora incluso tienen un lugar en el interior de viviendas u oficinas.
Son una opción, según la interiorista Ángela Hoyos, porque el elemento natural incide en la energía y estado de ánimo de las personas.

El agua siempre es agradable porque genera un contacto con la naturaleza. Su sonido transmite armonía.

El mercado local oferta diferentes tipos de cascadas que influyen a nivel arquitectónico. Se acoplan, a través de su diseño, a diferentes espacios. De allí existe la posibilidad de adaptarlas a zonas exteriores e interiores.

Las cortinas de agua se pueden crear con cascadas de caída en lluvia. Es preferible montara en exteriores. Foto: Cortesía Nicholl Sketch

Entre las que van con la tendencia decorativa están las cascadas de caída libre tipo lluvia. Los expertos trabajan su estructura con materiales como el metal, madera, acrílico o piedra tallada.

Esas las realizan los profesionales de Nicholl Sketch. Juan Manuel Beltrán, gerente general del sitio, explica que con las cascadas tipo lluvia se forma una especie de cortina desde 1 hasta 26 metros.

Otra opción son los muros llorones. Se trata de una cascada que se hace con piedra natural o simulación de piedra. El agua pasa y cae en forma de lágrimas. De allí el nombre de ese recurso decorativo.

El hecho de que la piedra sea el principal componente de estas cascadas no significa que se dejen de lado los ambientes modernos pues, según Hoyos, el material otorga la calidez necesaria a un sitio moderno. “No deben faltar esos detalles, ya que no solo responden a estilos rústicos”.

Como alternativas netamente modernas, la arquitecta e interiorista Carolina Zambrano menciona las cascadas de elementos lisos, como espejos o cristales, y a las de caída libre.

El enchape de piedra acompaña a esta cascada en
manto de caída libre. Se utiliza en interiores. Foto: Cortesía Nicholl Sketch

Las primeras funcionan con esos materiales transparentes como base para la caída del agua. “Son materiales propios del minimalismo moderno”.

Las de caída libre se componen de herrajes, desde donde sale el caudal. Cuentan con un espejo de agua o reservorio, desde donde sube el agua y para luego caer en cascada recta.

A esas se las conoce como cascadas en manto de agua. El desperdicio de líquido es nulo.
Para el gerente de Nicholl Sketch, además del factor arquitectónico y el diseño es importante la seguridad.

Por eso, en el caso de las cascadas de elementos lisos se evita el cristal normal claro.
Los expertos recurren a los templados o a los vidrios preparados para presión, para evitar lesiones en las personas en caso de algún accidente.

Beltrán asegura que así sea pequeño, el cristal normal aplicado a estos trabajos representa un peligro. El riesgo aumenta cuando el vidrio es grande y cuando hay niños en la casa.

Asimismo, el vidrio de presión se implementa como una estrategia ante eventos como un movimiento telúrico.

Un muro llorón se combina con una cascada en caída libre hacia un espejo de agua o reservorio.

Otro aspecto importante para el profesional es que las personas entiendan que la cascada no constituye un desperdicio de recursos, ya que consiste en un sistema de recirculación, con bombas que usan, en promedio, la luz que consumirían tres focos ahorradores.

Beltrán aconseja que las cascadas se implementen de una manera amigable con el entorno y que esté en sintonía con la arquitectura presente en un determinado espacio.
Por ejemplo, si es para un ‘lobby’, los especialistas sugieren una cascada en cristal o en espejo. Es más amigable con el estilo de esos espacios.

Para implementar una, Beltrán habla de presupuestos que van desde los USD 450.

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