Foro Quito hacia una cultura de RS

Roque Morán Latorre  / Columnista invitado

Trascendentes para Quito y el planeta, la sostenibilidad y la responsabilidad social. Por eso resultaría insensato no referirme al evento -y sus implicaciones- del pasado 25 de julio, denominado “Foro Quito hacia una cultura de responsabilidad social”, al que fuimos invitados por Mauricio Rodas, alcalde de la ciudad capital.

Plausible y digno de todo apoyo cualquier esfuerzo por impulsar en Quito una cultura cimentada en la RS y la sostenibilidad; “para hacer el bien, hay que hacerlo bien”, fue un sugestivo aforismo utilizado en una intervención en el foro, que debería guiar todo acto humano y, por supuesto, a un acontecimiento así que merece especial deferencia pero, sobre todo, exige una cuidadosa organización, con tiempo y acuciosidad en el mínimo detalle.

Empezó con gran retraso. La reunión debió iniciar a las 08:00 y solo logró arrancar a las 08:45. El anfitrión, quien nos invitó, el Alcalde de Quito, nunca llegó. Inauguró el acto la Vicealcaldesa, una joven dama, culta, con una impecable hoja académica, desplegó su discurso inaugural, aunque improvisado, expresivo y sincero, características que, lastimosamente, contrastaron -con todo respeto- con su falta de información precisa y conocimiento vago acerca de la RS y la sostenibilidad. La intervención de personeros de dos empresas privadas pusieron el toque positivo; varias actividades que se desarrollaron durante el evento pretendieron ser participativas, trataron temas profundos, pero con ligereza y poco análisis, arribando a conclusiones que merecen revisarse.

Brillaron también por su ausencia la mayoría de concejalas y concejales; no vimos a ningún gerente de las empresas públicas metropolitanas de Quito, solo sus delegados que, aunque muy importantes, difícil que intenten transmitir lo asimilado, peor aún, cuando la mayoría de ellas y ellos, abandonaron el lugar poco después de iniciado el acto; tampoco distinguimos –salvo alguna escasa excepción- a gerentes de las empresas privadas de Quito.

Duele que temas así, de significativa trascendencia, sean tratados de esa forma. Confiados en que es sincero y bien intencionado el afán de la nueva administración de Quito, apelando a su elevada preparación académica, su mente abierta y humildad, sugerimos varias acciones al respecto: una, capacitar e informar -de manera adecuada- sobre Sostenibilidad y RS a toda la administración y al Concejo, en especial, a la cúpula directiva no a sus delegados, sino a ellas, ellos, personalmente; dos, exhortarles a un exhaustivo y profundo escrutinio de la Ordenanza Municipal 333 de Responsabilidad Social; tres, revisar la fecha escogida como “Día de la RS en Quito”, impropia, cuando se ausentan, por vacaciones, los gerentes de las empresas, sobre quienes recae la obligación moral de predicar con el ejemplo. 

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