Sesudos son los análisis de los editorialistas sobre la campaña política relacionado con el Bono de Desarrollo. Lástima que esta polémica no llega a los directamente interesados. No he visto entrevista alguna a un beneficiario. Debe haber casos dramáticos, alejados de la discusión de si Guillermo Lasso se equivocó o no.
Ni siquiera esta carta se leerá en dichos escenarios; de manera que, en el nivel que interesa, no influirá la controversia. Que la oferta haya bajado el nivel de la contienda es ridículo. Cada sábado se baja más.
Así, puestos cada uno en su lugar, sostengo que el candidato no erró.
Al contrario, ahora es el de que más se habla. Les forzó a sus rivales a meterse en el tema. Y, ahí les mantiene hasta cuando le convenga, puesto que todos estamos esperando su réplica. De esta suerte, no es que se metió en un callejón: les condujo a todos, que es diferente.
Ahora, lo que debe hacer es esperar que sigan -sigamos- polemizando hasta cuando tenga suficiente peso la iniciativa. Entonces, debe desafiar a sendos debates. Especialmente con el Presidente, que es el que más ingenuamente ha reaccionado. Ni siquiera pudo desmentir que visitó al banquero.
El mero hecho de que se le adelantaron en la oferta ya es un gran punto para el candidato, supuestamente de los bancos. Pero, sigue “embarrándole” cuando propone que un sector de la economía, el más sensible, financie idea ajena. Lasso debe esperar que lo haya perjudicado lo suficiente a Correa su propia propuesta, para lanzar otra idea, e invitarle a debatir.
Si Correa no debate, bingo para Lasso. Si debate, por lo menos ya perdió los primeros rounds.
En rigor de verdad, es impresionante ver a un hombre inteligente como Correa meterse solito en tanto lío.