Ha bastado que se escribiera semejante barbaridad: “La gente que asocia ‘izquierda’ con ‘libertad’ está definitivamente desubicada”, para que fulminaran, cavaran y sepultaran la pregunta ¿será de izquierda?, con argumentos académicos y otros más sentimentales, tan cortos como los que caben en una columna de opinión.
Contra tal afirmación conde. Finalmente, como un papá justificaría las equivocaciones de su hijo otro articulista dijo: “Sin proponérselo… excluye la posibilidad de una izquierda defensora de la libertad y de la democracia”, y lo absolvió.
Más allá del traspié teórico, preciso recordarles que a veces resulta complicado definir a ciertos actores políticos como de izquierda, derecha o centro, pues son muy movedizos, así como la visión que tienen no solo de la libertad. Sin embargo, no justifica reducir izquierda+libertad=desubicación, como tampoco justifica la “condena” de su autor por otras precisiones teóricas que en la práctica pueden ser tan inestables como esos actores. Hay todo un debate académico detrás de las izquierdas y la libertad, que necesita ser comprendido.