Casi ilusionado “entré” a la mencionada página web. Soy un profesional jubilado y “enterito”, hijo, sobrino, hermano y primo de un sinnúmero de profes tanto de educación secundaria como universitaria, en el país y fuera de él. Yo mismo estuve de profe allá por los años setentas. Es decir lo llevo en la sangre y tengo mucho que decir a los jóvenes en los aspectos profesionales puesto que he sido exitoso. Otra: ya tengo en qué gastar mi tiempo de manera utilísima.
Ilusiones frustradas. Es increíble que haya funcionarios a los que todavía se les ocurre pedir certificaciones a diestra y siniestra, que diseñan aplicaciones de la página web sin la menor idea de facilitar el proceso. Si alguna autoridad con algo de sensibilidad lee esto, le recomiendo: recluten a base solamente de la hoja de vida; las hojas de vida que consideren adecuadas háganlas complementar con documentos preliminares que avalicen cierta información básica; luego, y solo para los candidatos “elegibles”, soliciten las certificaciones pertinentes, de lo contrario, ¿qué hacen con tanta información? y, de paso, amargan la vida al prójimo. ¡Ah! Y por favor no pidan certificaciones de la Senescyt pues basta ingresar el número de cédula y hacer un clic.