La violencia es el hecho inusual por el cual una o varias personas intencionalmente causan maltrato o sufrimiento físico o psicológico mediante la fuerza o la manipulación con el propósito de causar daño y obtener beneficios en contra de la voluntad de la víctima.
La violencia puede ser: familiar y se presenta en cualquier clase social ante la falta de respeto entre los miembros de una misma familia; psicológica, cuando incluye el maltrato verbal, acoso permanente y privación de los derechos fundamentales de las personas; cotidiana, que se vive todos los días ante la falta de respeto a las normas establecidas en oficinas públicas, transporte, calles, plazas y hospitales donde la atención médica toca fondo; doméstica, cuando existe maltrato entre la pareja y los hijos; política, donde los grupos organizados en el poder se burlan de los electores y minimizan sus necesidades básicas, donde la corrupción es permanente y la coima se ha convertido en norma de conducta, donde el nepotismo, los “compañeritos” y los compadres cohabitan en algunas instituciones.
La violencia socio-económica se refleja en la pobreza y la marginalidad de los sectores más vulnerables que viven en el desempleo, la informalidad y la falta de acceso a la salud y a la educación; cultural, cuando se distorsionan los valores de la identidad nacional; delincuencial, cuando el robo, la estafa, el narcotráfico, el secuestro, el sicariato han salido de control. ¡Hasta cuándo!