¡Otra vez de fútbol!

Como aficionado al fútbol, por intermedio de   EL COMERCIO,   medio de  comunicación social democrático; me permito interrogar  a los dirigentes  de la  A.E.F.   Digan, ¿qué han previsto para controlar la violencia en los   escenarios de fútbol?
Años atrás, asistíamos   al estadio Atahualpa  en grupos de amigos y familiares, aunque  no éramos  hinchas del mismo equipo, cada uno  llevaba su distintivo; disfrutábamos en armonía,  hasta de  las kilométricas tripletas. Degustábamos de  platos típicos: papas con cuero, guatita, empanadas de morocho, etc. Una verdadera fiesta.
De un tiempo a esta parte, incluso, con el auspicio de ciertos dirigentes, se han estructurado las denominadas ‘barras bravas’, que ha juzgar por los hechos, son verdaderos delincuentes que  camuflados de  aficionados ingresan  para dar rienda suelta a sus instintos criminales, a pretexto de estar dispuestos a dar ‘hasta la vida’ por el equipo de sus amores. Muchos  aficionados han pagado tributo, hasta con sus vidas.
Lo sucedido en El Cairo, Egipto, debe constituirse en  una voz de alerta para la Ecuatoriana de Fútbol, casi un centenar de muertos y un millar de  heridos como saldo de una gresca en un encuentro de fútbol.
En nuestro país hay que cortar a tiempo y de  raíz este mal. Poner en funcionamiento las tan ‘cacareadas cámaras’, identificar a los desadaptados e iniciar con la prohibición terminante  del ingreso a los estadios de estos psicópatas.
¿O, acaso la plana directriz    está muy  preocupada de monopolizar las transmisiones televisadas del fútbol profesional? ¿Será más importante que salvaguardar la integridad física de público?
De las acciones que tomen los dirigentes depende   que este deporte vuelva a ser distracción civilizada, digna de asistir en familia, caso contrario, serán responsables, hasta  judicialmente, de las consecuencias.

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