Revisando bibliografía he leído con deleite los pensamientos de Adrian Pierce Rogers (1931-2005), teólogo, filósofo y pastor bautista estadounidense que, coincidentemente, pueden considerarse como verdades a tomarse en cuenta en situaciones de severa crisis socioeconómica como por la que actualmente transita nuestro país. Comparto cinco de ellos:
“No se puede legislar a favor de la prosperidad de los pobres, legislando en contra de la prosperidad de los ricos”. “Lo que una persona recibe sin trabajar es lo que otra persona deja de recibir, a pesar de haber trabajado”.
“El gobierno no puede entregar nada a nadie de lo que el gobierno le ha quitado previamente a otra persona o institución”. “Cuando la mitad de las personas cree que no tiene que trabajar porque la otra mitad va a mantenerlos, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, entonces, mi querido amigo, empieza el principio del fin de cualquier nación”.
Por último: “No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”. Me permito poner a su consideración estas reflexiones para que cada uno de ustedes saque sus propias conclusiones.