El articulista Carlos Jaramillo Abarca en “Anécdotas y leyendas” (21-12) relacionadas con el Quito eterno, se refirió a la sal quiteña. Dijo que: “(…) Se recuerda que un personaje circunspecto como el Dr. Velasco Ibarra, invitó una noche a un grupo de periodistas -cuando no eran acosados ni denostados de mediocres ni corruptos- para que cuenten “cachos” en la residencia presidencial y, en alarde de tolerancia, pidió que den preferencia a aquellos en los que lo involucraban o eran dedicados a él (…)”.
En mi carta anterior, a raíz de aquella sobre la “Diplomacia de Velasco”, recordé la clausura de los diarios EL COMERCIO y Últimas Noticias y de Radio Quito, y la privación de la libertad de Jorge Mantilla Ortega, en el tercer velasquismo.
En esta ocasión, deviene en oportuno evocar otro “alarde de tolerancia” del ex presidente. A Alejandro Carrión Aguirre ‘Juan sin cielo’, escritor y periodista ilustre que escribió en El Universo, en la revista La Calle (cofundador con otro brillante, Pedro Jorge Vera), y luego en EL COMERCIO (Notas de Andar y Ver), en el mismísimo tercer velasquismo, se le impuso la pena 4-30 (cuatro días de cárcel y treinta sucres de multa); y, después fue víctima de un ataque salvaje e inhumano por parte de los ‘Pichirilos’ (abril, 1955), quienes eran sujetos vinculados con la seguridad política de aquel gobierno. Qué refrescante resulta recordar hechos históricos.