Llama la atención que la Cancillería hasta el momento no haya reorganizado el Consulado de Ecuador en Milán, pues su titular aunque no sea responsable directa de este incidente, debido a compromisos indiscriminados recomendó a los autores del ilícito, provocando una situación incómoda a la Cancillería y al Gobierno, ya que se cuestiona la falta de precaución y controles en los trámites diplomáticos, insinuándose responsabilidades en el Ministerio de RR.EE. pese a que existen suficientes personas con claro conocimiento de migración, del país y el idioma italiano que no tienen compromisos con sectores que pueden afectar la imagen del Ecuador, parece que el sectarismo se impone a los intereses nacionales.