Un mal administrador

Si un jefe de familia, por demostrar opulencia y supercapacidad, hipoteca su casa y todo bien existente, endeudándose extremadamente, y con esto adquiere bienes y servicios en abundancia. Esto no quiere decir que es un buen administrador; al contrario, ha demostrado que no sabía manejar adecuadamente los fondos familiares. De la misma manera: si en nuestro país, la persona a la que elegimos para manejar nuestros fondos, hace obras pero todas con base en deudas dejando hasta las próximas generaciones embargadas por sus actos, no se puede decir que debe continuar. Esto solo nos arrastraría a un abismo sin retorno. Si un individuo o individuos son inestables, impulsivos, esto se manifiesta en transmitir, propagar, una falta de tranquilidad, una falta de estabilidad, para todos. La inversión se asusta, desaparece. Enviar a un Ministro de Estado a que maneje la fuerza de choque contra la oposición, eso es único. Demuestra una falta de estabilidad. 

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