El Estado debe garantizar su permanencia. No pueden darse crónicas anunciando su desaparición. Se debe señalar su rumbo, norte, proyectarlas hacia el futuro, fortalecerlas y crear planes para su desarrollo, fusión, alianzas estratégicas; pero no cerrarlas. Se podría intervenir en aquellas que no han cumplido las disposiciones legales, pero la intervención sería para su saneamiento. En el Ecuador se requiere pensar positivamente. Eduquemos a los ecuatorianos para que sean ciudadanos de bien. Defendamos a nuestras universidades que no solo son proyectos sino sueños. Dejemos que esos sueños se hagan realidad. Alfredo Pérez Guerrero, ex rector de la Universidad Central del Ecuador, maestro símbolo del Ecuador, puso su profesión al servicio del magisterio. Su trayectoria en el camino de la vida fue pulcra. ‘Educación y libertad’, ‘Universidad ultrajada’, ‘La Universidad y la Patria’, son sus obras en defensa de nuestras universidades. Si la universidad debe cambiar, debe ser con iniciativas que sean fruto del análisis y diálogos con libertad, originados en la propia universidad, digna de mejores días.