Es este es el último año en que tendremos como Presidente a Rafael Correa, de tal manera que estamos próximos al proceso electoral que en lo principal, debemos elegir al próximo mandatario.
De tal manera que nos encontramos en agitación preelectoral.
Es esencial y prioritario para la tienda política gobernante, continuar con sus principios ideológicos en la conducción del Estado, con el fin justificado de que no regresen al manejo público los que ayer que –luego de un escandaloso y doloroso feriado bancario- derrumbaron aparatosamente el edificio social y económico ecuatoriano.
Considerando el estado de cosas, se vislumbra un año agitado para el país, donde los opositores deberán usar- como así lo han hecho- los golpes bajos en cualquier circunstancia que puedan vislumbrar. el partido de gobierno, deberá aprovechar todo lo positivo de la obra pública realizada, para ponderarlo y aprovecharlo electoralmente.
En esas condiciones el panorama político se pondrá más candente con el paso de los días.