Traición cañari y ganas de llorar

Más allá del polémico voto de los asambleístas Romo y Rodríguez, a los cañarenses nos sorprendió el voto a favor de la Sra. Tania Arias emitido por la representante de nuestra provincia la doctora María Molina de las filas del MPD-Pachacutik. Por más que sostenga que lo hizo 'por amistad', hay que recordar que la mayoría de ciudadanos del Cañar votó por el no en la última consulta por lo que la simple 'amistad' no es una razón que pueda estar sobre una recta y fuerte actitud personales de coherencia y honestidad políticas, mucho más, si la asambleísta y su partido trabajaron infatigablemente para que no se 'meta mano en la justicia'. Con ese pueril y deleznable argumento de que 'voté por amistad' se entendería que el partido al que pertenece y la mayoría del pueblo que la eligió y acogió como propia su palabra de oponerse al Sí en la consulta, por ahora no son merecedores de su 'amistad'. Lamentablemente este tipo de situaciones bochornosas han sido una constante en el accionar político de nuestros representantes a la Asamblea y todo empezó en agosto de 1979. Con el famoso 'clavijazo', un diputado conservador de apellido Clavijo votó , como él mismo dijo "por un plato de lentejas", prácticas en las que tal parece nuestros modernos y clientelares cañaris son expertos y lo sostienen sistemáticamente en cada Gobierno con argumentos que dan risa o ganas de llorar.

Suplementos digitales