¡Terremoto y sin plata!

La desgracia sacude a nuestro país al enfrentar un inesperado suceso destructivo natural, que llega en el peor momento económico del país. Los recursos que quedan en las arcas estatales, como son de dominio público son pobres merced a la irresponsabilidad del gobierno de turno.

Lo cierto es que el fondo asignado para atender semejante calamidad será insuficiente. Que el Señor proteja y de esperanza a la población y haga entender, de una vez por todas a los que han gobernado el país estos 9 años, que siempre hay que tener plata ahorrada. Porque la naturaleza no son únicamente los volcanes. Este terremoto quedará en los anales de la historia del mundo al golpear un pequeño y pobre país, agobiado por un fuerte endeudamiento y con cero reservas económicas para atender su reconstrucción.

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