Ante el desastre sufrido por Manabí y Esmeraldas, rara será la persona que no ha pensado cómo ayudar para que esas provincias se recuperen pronto de esta desgracia que les ha afectado de muchas maneras.
La población ecuatoriana se volcó sin pensar dos veces a colaborar con plata y persona. Diversas instituciones nacionales y extranjeras, así como varios países amigos, se han hecho presentes de una forma u otra, pues todos hemos sentido la necesidad de apoyar a estas poblaciones. Y nuestro Gobierno también, pero por la situación económica difícil por la que estamos atravesando ha propuesto a la Asamblea una serie de impuestos y contribuciones obligatorias, las que al ser eso justamente obligatorias molestan y nos pone en reacción negativa, y probablemente frena el apoyo de la población de manera espontánea. En fin, ya veremos si el objetivo se cumple.
Pero no por eso hemos dejado de pensar en opciones de ayuda y colaboración, aunque sea con ideas. Aquí van dos:
1. Que en lugar del impuesto del 0,9% sobre el patrimonio, estas personas apadrinen la construcción de una solución de vivienda temporal y mejor si definitiva, a través de los planes de viviendas económicas existentes de fundaciones religiosas, de ayuda humanitaria u otras populares.
2.El Gobierno puede apoyar de una manera más efectiva a la recuperación de las zonas afectadas bajando el IVA o mejor eliminándolo temporalmente en estas zonas, en lugar de subirlo. La gente se volcaría a consumir y a hacer turismo o comercio en dichas zonas, con lo cual todo el sector se beneficiaría reactivando su economía, similar a lo que acontece con Ipiales aunque por razones diferentes. Así ganan todos: los que lo necesitan, los que contribuyen y en función de esta recuperación también el Gobierno ya que pronto tendría a estas zonas contribuyendo.