El Diario EL COMERCIO, en el Pulso del día (8-09), publicó la microsíntesis de lo que ha dicho en Ecuavisa, la dirigente de la UNE, Mariana Pallasco: “Pide coherencia en la planificación de la infraestructura escolar. Critica que las bodegas y comedores de las instituciones educativas sean aulas y que ante la falta de cupos haya que abrir instituciones vespertinas sin incrementar las partidas docentes”. Veamos la realidad frente a lo residual, pues en los últimos cinco años se ha avanzado bastante.
Hay gran inversión en infraestructura; se entregó uniformes y textos escolares a los educandos; ya no se cobra matrículas; hay alimentación para gran parte de los estudiantes; se realizó una evaluación a los educadores -con la oposición de ciertos dirigentes-; hay capacitación permanente del personal docente al que se lo paga mejor; hay 200 días de clases, cumplidos con responsabilidad y empeño; se ha hecho respetar la Ley Orgánica de Educación; hay una política clara para defender al sistema educativo.
Es evidente e incuestionable que atrás quedó esa medida politiquera de paralizar -con cierta frecuencia- actividades en escuelas y colegios públicos, so pretexto de exigir mejoras en la educación; cuando lo cierto es que servía de plataforma para lanzar a dirigentes gremiales como candidatos.