La nueva generación de jóvenes en el mundo empieza a ser notada, levanta su voz. La tecnología, las comunicaciones, la economía, etc., en un mundo nuevo, pero con los mismos problemas y tal vez con situaciones globales más complejas, el reto de encontrar respuestas adecuadas para la niñez y juventud entraña un trabajo más profundo tanto en el hogar como en las instituciones de cada país.
Aquí, las instituciones oficiales, ante la voz juvenil, tienen una respuesta muy clara: “la letra con sangre entra” y literalmente este paradigma educativo del siglo pasado se pone vigente en la era de la revolución ciudadana.Es alarmante que actualmente la solución que proponen a la juventud es la Policía antimotines, la cárcel y la “reubicación” del “infractor”. ¿Qué estamos ofreciendo a nuestra juventud? ¿Encontraremos una solución?