Tarjetas de Crédito

Las tarjetas de crédito constituyen sin lugar a dudas un instrumento financiero de enorme importancia para el desenvolvimiento de nuestras actividades. Gracias a estas tarjetas podemos obtener bienes y servicios dentro del país como en el extranjero, sin necesidad de cancelar nuestras compras con dinero en efectivo y al contado.

Sin embargo, según mi criterio, no había una razón legal para que las entidades emisoras de tarjetas cobren elevadas sumas de dinero por la adquisición y por la renovación anual de dichas tarjetas. Por lo tanto, aplaudo la decisión de la Superintendencia de Bancos de eliminar estos pagos.

Adicionalmente sería recomendable que la Superintendencia de Bancos realice un control tendiente a evitar que ciertos establecimientos comerciales le cobren al usuario una cantidad de dinero si paga al contado (en efectivo) y una cantidad más alta si cancela con tarjeta de crédito.

El precio de un bien o un servicio es el mismo con cualquier forma de pago. La diferencia radica que cuando se paga con tarjeta obviamente se deben pagar intereses adicionales, que no son para el establecimiento comercial que vende el producto sino para la entidad financiera que emitió la tarjeta de crédito y que está financiando la compra. Ojalá se logre erradicar definitivamente esta equivocada práctica que realizan ciertos establecimientos comerciales.

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