A propósito de ese mensaje: “Soy puta…”, creo que hay una confusión de conceptos. La prostitución que nace de la pobreza, de la esclavitud, de la coerción… es una tara de la humanidad.
La prostitución como camino fácil a obtener una compensación monetaria o de otra índole es producto de la vagancia, de la falta de imaginación, de la falta de escrúpulos. Pero tal vez la peor prostitución es aquella de las ideas, la intelectual al servicio del poder, la que utiliza la violencia verbal y del cuerpo para deformar la conducta de los seres humanos. Como mujer y ser humano: Soy libre. Soy dueña de mi cuerpo.