En España, el gobierno ultraconservador de Mariano Rajoy, para dizque enfrentar la crisis financiera internacional que arrastró al país ibérico, está aplicando una política de ajustes. Entre las “sabias” medidas está una que viola los derechos humanos: centenares de miles de personas (entre estos, ecuatorianos) que no porten el permiso de residencia no tendrán acceso a salud; es decir, se quedarán sin tarjeta sanitaria.
Esta medida inhumana y discriminatoria ha sido calificada como “apartheid sanitario”. España tiene una Constitución que reconoce el derecho a la protección de la salud, y dice que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública. Esta tiene que ver con la dignidad humana, o sea, con la defensa y protección de la vida, de la libertad, de la vivienda digna, del trabajo.
Los fundamentos y bases constitucionales en materia de salud están dados, solamente falta su aplicación y la concientización de los gobiernos para aplicar una nueva jerarquía de valores, donde la salud forme parte principal del eje maestro de una nación. El mundo entero debe salir a protestar .