He leído EL COMERCIO del sábado 18 de junio, la página 6 de Finanzas Personales con el título de la referencia.
Me siento preocupado, porque sin cuestionar la investigación que se ha formulado, el contexto, la presentación y las caricaturas del reportaje son ofensivas para el Sistema Bancario Ecuatoriano.
Esta Asociación, así como todos los banqueros han estado abiertos, no solo para entregar información, sino también para recibir todas las críticas sobre su accionar.
El Sistema Bancario y Financiero del Ecuador, como es conocido por usted, está sometido como ninguna otra actividad económica, a intensa supervisión y controles estatales. Las tasas de interés y los precios de los servicios financieros están absolutamente controlados por el Estado, vía Superintendencia de Bancos y Seguros y el Banco Central del Ecuador.
Cuando una institución bancaria desea crear un nuevo producto o servicio financiero, estos no pueden entrar al mercado, mientras no sea autorizado por el organismo competente y las tarifas bancarias son determinadas por la Junta Bancaria.
No hay banco en el Sistema Bancario ecuatoriano que esté cobrando por los servicios financieros, una tarifa mayor que la que permite la Superintendencia de Bancos.
Esta Asociación viene llevando a cabo desayunos a los que se invita a representantes de los diferentes medios de comunicación para hacer una exposición de diferentes temas, fundamentalmente del Sistema Bancario del Ecuador. En todas aquellas oportunidades han estado presentes los representantes del medio que usted preside.