SIDH, el único recurso

El Gobierno critica con razón que EE.UU. no haya suscrito la Convención Americana de DD.HH. pero quiere llevarnos a una situación similar, amenazando con retirar al país del sistema interamericano de DD.HH. (SIDH).

Es el único recurso que le queda a un ciudadano si cree que el gobierno viola sus derechos y no ha obtenido justicia en su país. No sigamos el mal ejemplo de EE.UU. o Venezuela, cuyos ciudadanos están desprotegidos de hipotéticos abusos del poder (el expresidente Chávez sacó a Venezuela del SIDH).

Un organismo análogo en la Celac promovido por gobiernos que tienen muchas acusaciones en el SIDH no despertará confianza. Siempre habrá abusos y errores; los funcionarios son seres humanos, no ángeles, y deben responder por sus actos como todo ciudadano. La alternativa para una hipotética víctima sería la Corte Penal Internacional de La Haya, donde no acusaría al Estado sino a funcionarios con nombre y apellido, de crímenes contra la humanidad.  

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