El Plan Nacional del Buen Vivir, tan de moda en estos tiempos, busca que grupos vulnerables, como los adultos mayores, vean solucionadas sus carencias de una manera urgente y efectiva. Busca que luego de años de haber entregado su arduo trabajo a la sociedad (los que tenían trabajo), ésta les recompense con una vida plácida y tranquila; como ejemplo de este objetivo se destaca la separación “voluntaria” de cerca de 800 maestros universitarios que llegaron gozosos a esta dorada edad de los “setenta y piquito” y ya no tendrán más que lidiar con estudiantes, ni con notas, ni trabajos, peor investigaciones; se irán en busca de un descanso permanente; ya no son necesarios, darán paso eso sí, a una nueva hornada de modernos profesores, vanguardistas, preparados; que los hay muchos por ahí; y, si no los encontramos en esta “patria tierra sagrada”, seguro que nos los enviarán de la superpoblada China o de la revolucionaria Cuba.