Con pleno derecho a sentir y opinar, Ud. ha manifestado su vergüenza por las declaraciones de Obama sobre el periodista César Ricaurte, defensor de la libertad de expresión. Nosotros, ciudadanos deliberantes, “nos morimos de vergüenza” e indignación escuchando expresiones calificadas por algunos compatriotas como perlas o babosadas de oro.
Por ejemplo: 1. Guerra a la prensa. 2. Voy a meter mano a la justicia. 3. Estos países poderosos que nos acusan, no saben con quién se meten. 4. Las cuñas contra la prensa no le cuestan nada al país: es plata que pasa del bolsillo derecho al bolsillo izquierdo. 5. Lean, miren y escuchen los medios estatales. Solo en ellos se dice la verdad. 6. Los traumatólogos ecuatorianos son carniceros, los mejores médicos están en Cuba. 7. Yo utilizo la ironía, el sarcasmo y eso a los medios les parece doble insulto. 8. El delito (por robo de la espada de Alfaro) está prescrito y hay un nuevo museo. 9. Que sepan yo soy como el toro de lidia, mientras más me puyan más embisto. 10. Y si te van a delegar a Montevideo, ¿para qué necesitas el inglés? 11. ¿La responsabilidad política del Canciller es mirar cómo se embala la valija? 12. El derecho a la libertad de prensa prevalece en Ecuador.
Presidente, el público conoce a los autores de estas llamadas babosadas de oro, pero no comenta porque podrían meterle a la cárcel “para investigarles como presuntos terroristas”.