La seguridad nacional

La existencia soberana de un país debe estar garantizada por los siguientes valores: moral, ético, cívico y del conocimiento de su propia sociedad, manifiesta en la estructura de los poderes del Estado: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, y deben estar normados por la Constitución y cobijados por un sistema de seguridad nacional, que precautele y asegure un convivir sano y armónico de la sociedad, respetando los derechos y aportando para el bien común sus capacidades y conocimientos.

Tradicionalmente los líderes y los partidos han tratado de gobernar con base en sus creencias personales y partidistas, pero sin un plan de gobierno que asegure el bienestar de la sociedad, el desarrollo del país con objetivos permanentes, por el contrario sembrando la cizaña, dividendo a la sociedad, creando o alimentando la desunión, pues nadie cree en los demás y por supuesto la inseguridad va sentando sus bases, la desigualdad social se impone, los valores morales decrecen y parte de la sociedad se inclina por la vida fácil y cae en la delincuencia a la que se hacen adictos, es la realidad que estamos viviendo.

Los partidos políticos tradicionales no satisficieron las aspiraciones del pueblo y éste dio oportunidad a candidatos nuevos sin experiencia y probidad alguna y por lo tanto la obra que emprendieron fue sobre todo material y cerraron los ojos, permitieron y hasta facilitaron contratos lesivos para el interés nacional endeudándolo más allá de los límites permitidos por Ley. Incluso para dar la apariencia de liquidez en los mercados permitieron la inversión en el país de dineros no justificados y así el narcotráfico intensificó el uso del país para transportar la droga a diferentes países en el mundo, y para facilitarlo se disminuyó a las instituciones de control, de seguridad en el país.

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