La prestación de salud del IESS es sin duda la más importante y EL COMERCIO hace bien en informar y denunciar los atentados que contra ella se cometen. La información ha venido acompañada de cantidades, fotografías y testimonios de funcionarios que ‘prefieren no identificarse’, a pesar de conocer la ubicación de cientos de cámaras instaladas hasta en los garajes de los hospitales, no para controlar el flujo de pacientes ni el buen funcionamiento de los quirófanos, sino para espiar a quien se fuga a la tienda a comprarse un pan con higo e identificar a los que hablan mal del Gobierno y engordar el salario del miedo, pues, como en tiempos del fascismo, los maridos denuncian a sus mujeres, los sobrinos a los tíos y los abogados a sus usuarios. Inútil repetir cifras y términos como ‘estudio actuarial’ que pocos entienden, pero, invocando aquella sentencia de que “para muestra basta un botón”, he aquí dos: La deuda histórica del Estado al IESS luego de la conversión a dólares es de 860 millones. En el 2008, la prestación de salud tenía un superávit de 570 millones y ahora un déficit de 500. Total 1 070. Con esa plata se pudieron construir 30 hospitales. Dicen los actuarios que para los próximos siete años, la falta de recursos para la salud será de 2 613.1 millones. Las causas son la incorporación de cónyuges no afiliados e hijos de afiliados hasta los 18 años de edad. El ex Presidente del Consejo Directivo del IESS (que ahora va a ‘componer’ otro Ministerio) minimiza la magnitud del déficit del fondo de pensiones y propone incrementar la edad de jubilación porque “hay personas de 60 años que están tremendamente activas todavía y que a esa edad no quiere retirarse porque ahora la expectativa de vida es de 78 años” (¿?). ¿Y por qué botó a los médicos de 70 años que no querían retirarse, provocando la crisis de falta de especialistas en los hospitales y la protesta diaria de los afiliados enfermos? Hay que recordarle al Sr. González que quien le sucede es su coideario y que entre bomberos no es lícito pisarse la manguera.