La ruleta de la suerte, que la hace girar el Gobierno, para el sorteo de los ministerios, no le está funcionando tan bien que digamos, ya que a un economista le toca en suerte el Ministerio de Educación; a un poeta, el de Agricultura; a una poetisa el de Defensa; el Ministro de Turismo, si es verdad que tenía un buen programa en un canal de televisión, pero el hecho de viajar mucho o conocer muchos lugares no le convierten en un experto en turismo, ni el uso permanente de un sombrero de paja toquilla promociona al país; y a un señor que de radiodifusor se convirtió en “forajido”, luego en asambleísta, donde lo que menos demostró fue cultura, todo lo contrario, pues ahora ¡oh sorpresa! Gracias a la famosa ruleta, es el nuevo Ministro de Cultura.