Luego de 35 años vuelve a ser noticia mundial la ricina, al descubrirse este veneno letal en cartas dirigidas este mes de abril, tanto al presidente Barack Obama, como al senador republicano, Roger Wicker. Por lo que es oportuno recordar que en septiembre de 1978, fue asesinado el desertor búlgaro, Georgi Marcov, no utilizando una carta, sino simplemente un paraguas.
Cuando Marcov cruzaba el puente londinense de Waterloo en camino al trabajo como locutor del servicio búlgaro de la BBC, sintió una repentina punzada en el muslo derecho y al volverse vio a un hombre que manipulaba torpemente un paraguas. “Lo lamento”, se disculpó el hombre y corrió hasta un taxi que se acercaba, luego desapareció. Este paraguas era en realidad una pistola con aire comprimido, con la que se le disparo a Markov un perdigón cargado de ricina, que le produjo la muerte cuatro días después.
En el caso presente, las dos cartas han sido detectadas a tiempo por el Control de distribución postal de la Casa Blanca y el FBI, ya que la ricina puede causar la muerte también por inhalación. Ha sido detenido un sospechoso y a Dios gracias Barack Obama y Roger Wicker, seguirán en sus cargos vivitos y coleando.