Ahora que está empezando la temporada taurina en España, causa un sentimiento de sana envidia ver cómo se prepara, desde la más humilde capea, hasta ferias de renombre y solera como son las de Abril, Fallas, San Isidro, San Fermín. Los ganaderos, empresarios, toreros, cuadrilleros, etc. hacen su mejor esfuerzo para que todo salga “bordado”, a pesar de la crisis que agobia a la Madre Patria.
Por nuestros lares, todo está como apagado; no hay el entusiasmo de los años previos, la plaza luce abandonada, los empresarios hacen mutis por el foro y la afición está librada a su suerte sin que haya la mas mínima esperanza de que la Feria Jesús del Gran Poder tenga alguna posibilidad de resucitar .
Está claro que, con la mutilación de la que fue objeto la Feria de Quito, se la tuvo que suspender intempestivamente y el año pasado ya no hubo uno de los más emblemáticos festejos con los que contaba la ciudad para celebrar los aniversarios de su fundación española.
La manera mas idónea que podría funcionar es la de construir una plaza en la cercana Machachi.