Estoy de acuerdo en que la circulación en bicicleta beneficia la salud, medio ambiente y que los ciclistas merecen respeto. Pero dónde queda el respeto de algunos de ellos hacia el resto, cuando se dan hechos como estos en Quito: Un ciclista circulando de noche por el carril vehicular izquierdo de la Av. República, llega a la Almagro y con semáforo aún en verde se atraviesa en diagonal hacia la derecha, sin siquiera regresar a ver; otro circulando en contravía por la vía del Trole de la 10 de Agosto y Santa María; otro que se pasa el semáforo en rojo mientras peatones cruzan por zona de seguridad; otro que casi arrolla a 2 peatones dentro del Parque La Carolina, no sin antes hacer sonar su bocina como el más agresivo de los choferes de transporte pesado.
Así como los señores ciclistas exigen respeto, también deben respetar al resto de usuarios de las vías. Aprovecho para felicitar al Municipio por las ciclovías y solicito que revisen el ancho excesivo de algunas de ellas (Mercadillo, NN.UU., Veracruz). Que hayan más ciclovías pero con ancho adecuado. Quito es una ciudad muy angosta.