Moral y ética a la par, hoy día pisoteadas, al igual que los derechos de los seres humanos de mi país: salud, bienestar, buen vivir, educación, seguridad, trabajo, libertad de expresión, etc., todos ellos contemplados en la Constitución, todos ellos vejados por el Gobierno de turno. El poder del Gobierno con su máxima acción: represalias, destitución, persecución, insultos, cadenas… ,convencimiento de la gente “pobre” con bonos, con falsa gratuidad de servicios, con creación de nuevas plazas de trabajo que ocurren, en base a la destitución de profesionales calificados ganadores de concursos públicos de merecimientos y oposición, sin argumentos válidos, aduciendo mentiras como: corrupción, maltrato, ineficiencia, etc.; y lo peor apoyados por documentos emitidos por el Ministerio de Relaciones Laborales, con movilización de personal capacitado para otras actividades que priman en nuestra sociedad: robo, hurto, asalto, violación, narcotráfico… Para qué? Optimización de servicios? Mejoramiento de atención al público en Salud o en cualquier aspecto? Una gran mentira. Descubrir a esta altura el agua tibia, refleja ignorancia. Un cambio no se logra por cuota política, vale recordar que ningún Gobierno ni persona son eternos, entrarán los nuevos empleados, preparados o no, que quede a la consciencia propia. Regresaran los despedidos, a sus puestos de trabajo, con indemnización añadida.
Descongestionar servicios, háganlo, apliquen normas básicas de administración, sancionen a los corruptos descubiertos por los Altos Servicios de Inteligencia, evalúen a todos, no con excepciones de los que ingresaron en este Gobierno, brinden seguridad en todo aspecto, no se llenan vacantes a dedo, se requieren concursos legales públicos no contratos ocasionales, se requieren más centros de salud, más hospitales, más especialistas, más centros de vigilancia, más fuentes de trabajo, más inversión extranjera.