Rechazo a los atropellos

El pasado jueves 3 de diciembre, la Asamblea Nacional del Ecuador, violando todo principio constitucional, legal y ético, aprobó las reformas constitucionales, mal llamadas “enmiendas”. Ese mismo día, amas de casa, estudiantes, maestros, profesionales, trabajadores en general y la sociedad ecuatoriana expresamos -en las calles- nuestra voz de protesta por este atropello, otro más del Gobierno Nacional, la Asamblea Nacional y la “revolución ciudadana”.

Los artículos 16, 17, 18 19, 20 y 384 de la Constitución de la República del Ecuador, aprobada por los ecuatorianos mediante consulta popular efectuada el domingo 28 de septiembre de 2008, que entró en vigencia desde su publicación en el Registro Oficial No. 449 del lunes 20 de octubre de 2008, señalan las garantías y derechos relacionados con la Comunicación Social e Información.

El numeral 1 del artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, o condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a su protección contra el desempleo”.

En el Ecuador existen, a más de la Constitución de la República, leyes orgánicas, leyes generales, reglamentos, estatutos y un sinnúmero de normas y disposiciones legales que gobernantes y gobernados estamos llamados a cumplir y hacerlas cumplir.
Pero quienes en ese día, bajo el respaldo constitucional, manifestamos nuestra inconformidad por los atropellos constitucionales, fuimos cobardemente agredidos y brutalmente reprimidos por elementos uniformados e infiltrados del Gobierno y su agrupación política.

Todo ser humano que por allí transitó fue agredido y de estos atropellos no estuvieron exentos colegas periodistas y comunicadores que, amparados en los preceptos constitucionales y normas internacionales, estuvimos ejerciendo la noble profesión de comunicar con libertad, en cumplimiento del Código de Ética Profesional del Periodista ecuatoriano.

Por lo expuesto y porque la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador (Fenape) no puede, con su silencio, ser cómplice de estas agresiones en contra de la dignidad humana, la libertad de expresión y el derecho al trabajo y a la resistencia, consagrada en el artículo 98 de la Constitución de la República, rechaza y condena la cobarde y brutal agresión de la que fue víctima el compañero Diego Pallero, cronista gráfico del Diario EL COMERCIO.

Y exigimos la libertad de los ecuatorianos que, en ejercicio del derecho a la resistencia, fueron detenidos arbitrariamente en el parque El Arbolito de Quito. El respeto a los derechos constitucionales no es una dádiva del gobierno de turno. 

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